Tú no lo sientes.

Lo sé, no sientes lo mismo que yo, o quizá sí. Quién sabe. Tal vez espero algo que jamás volverá a ser, algo que es díficil de rehalizarse con sólo un chasquido de dedos.

Intento mirar para otro lado, te juro que esto es una pesadilla para mí, salgo más a menudo ahora, hoy salgo y ayer salí. Espero que todo vaya mejor. No por mí, sino para los dos. Quiero vivir en ese sueño que podamos decir "te quiero, mi vida". Ese sueño que sólo los dos escribamos su historia y su final, ya sé que soy una masoca por ti. No me importa. No me importa sufrir si tengo un sentimiento llamando en mi puerta. Tú te has convertido en mi vida. Más que en mi vida. Directamente estás tan profundo de mi corazón que si tengo que llorar no me importa, si así sientes lo que yo siento. Faltan catorce días, ¿qué pasará? Ni idea. Pero, al menos podrías llamarme o avisarme para poder ser feliz. Arracanré todo, mis "I heart question mark". "23 y 17". Ya lo sé, quieres ser feliz pero yo también quiero ser feliz. Ser feliz contigo. Porque para mí eres mi príncipe azul y yo también tengo derecho a realizar todos mis sueños. Te amo y ya me siento vacía sin saber de ti, ya van dos semanas... en fin, esperaré hasta ese día. Y si no vienes habrás hecho que me muera eternamente.