Luz en mi corazón.

-¡Qué lástima! Yo no soy un príncipe, sería más bien un tirano.

+No, no digas eso. Tú no eres un tirano.

-Soy cruel, celoso y todas las personas que están a mi lado acaban sufriendo.

+Estoy acostumbrada a sufrir. No me iré de tu lado.

-Eres mucha luz.

+¿Mucha luz a qué te refieres?

-Que necesito a una chica parecida a ti que se quede en la oscuridad y que esa luz se quede eternamente.

+La luz y la oscuridad se complementan.

-Bella durmiente. Todo tú es luz.

+Aún así acabo sufriendo.

-Entonces déjame quitarte ese dolor. Doble dolor, mitad de sufrimiento. Felicidad doble felicidad.

+Como veas.